Emanuelle Santiago
Mar 61 min
Es el más reciente episodio de RAW, vimo como Seth Rollins reafirmó su ayuda y compañerismo hacia Cody Rhodes para vencer y destronar a The Bloodline, un grupo que, ahora, tiene más fuerzas y dominio que nunca gracias a The Rock, quien ha llamado a Rollins el "emoji" de payaso. Rollins y Rhodes le dejaron saber al universo WWE que estarán presentes este viernes en SmackDown para hacerle frente a esta dupla. Sin embargo, Rollins ha descuidado algo; su lucha ante Drew McIntyre por el campeonato mundial de WWE.
Este McIntyre no es el mismo de hace algún tiempo. Es uno más letal y malicioso, aprovechando cada oportunidad para atacar, ya sea física o verbalmente a sus oponentes, y tiene hambre de ser campeón. De hecho, en este episodio, vimos a un Rollins pasando por el lado de Drew para asister a Jey Uso, como si no existiera, momento que aprovechó el ex campeón para atacar y recordarle que "ponga sus prioridades en su lugar". Falta poco para el escenario más importante, y Rollins tiene su pensar e quizá negocios que no incumben (a menos que sea una estrategia como hablé en un pasado escrito).
La mentalidad de venganza, o lo que sienta por ellos, de Rollins hacia The Bloodline es una ventaja hacia McIntyre, quien no ha perdido su enfoque, salvo burlarse de CM Punk cuando tiene oportunidad. Hablando de Punk, ¿será que este pueda costarle la lucha McIntyre en el más grande de todos? Podemos estar lesionados, pero la paciencia a insultos tiene su límite. Yo solo sé que este camino a WrestleMania es más que interesante.
¿Qué opinan? Los leo.